GÉNERO DRAMÁTICO

Definición de género dramático

El género dramático es el género literario que comprende todas aquellas obras escritas que tienen por finalidad ser representadas. Podemos complementar y ampliar esta definición con la que brinda el diccionario de la RAE: “Género literario al que pertenecen las obras destinadas a la representación escénica, cuyo argumento se desarrolla de modo exclusivo mediante la acción y el lenguaje directo de los personajes, por lo común dialogado.”

Asimismo, representa algún episodio o conflicto de la vida de los seres humanos por medio del diálogo, esto es, la conversación que sostienen los personajes.

El término “dramático” proviene de la palabra “drama”, la cual corresponde al nombre genérico de toda creación literaria en la que un artista, llamado dramaturgo, concibe y desarrolla un acontecimiento dentro de un espacio y tiempos determinados. Los acontecimientos se refieren a personas o caracteres que simbolizan, en forma concreta y definida, un conflicto humano.

Este género está destinado a ser representado públicamente; por lo tanto, comprende todas las manifestaciones teatrales, todo aquello que ha sido escrito para el teatro y todo lo que es susceptible de ser representado ante un público.

Una característica esencial de las obras que componen este género es la acción. Lo que acontece no está descrito ni narrado ni comentado directamente por el dramaturgo, sino visto por el espectador. La obra está escrita, pero lo principal en ella es lo que ocurre; debido a esto, existen obras dramáticas que no contienen diálogos ni monólogos, o sea, mudas, en las cuales se utilizan gestos y actitudes que expresan el conflicto.

De igual forma, hay que señalar una diferencia conceptual entre texto dramático y obra teatral:

El texto dramático presenta todas las facilidades para ser puesto en escena, lo que se conoce como virtualidad teatral, pero deja de ser una obra literaria, ya que el uso del lenguaje guarda directa relación con las obras de los otros géneros: su carácter estético. La obra teatral, en tanto, es la puesta en práctica de esta virtualidad, para lo cual necesita de elementos propios del teatro: escenario, auditorio, vestuario, escenografía y maquillaje.

Orígenes del género dramático

Los orígenes del género dramático se remontan a Egipto y, principalmente, a Grecia. En el caso de Egipto, había actores-sacerdotes que representaban tanto el nacimiento del faraón, de origen divino, como su entronización (ascensión al trono). Estos eventos se realizaban en ceremonias religiosas y públicas. Sin embargo, el origen del género dramático como lo conocemos en Occidente se encuentra en Grecia.

Al comienzo, las representaciones estaban relacionadas con el culto a Dionisio, dios del vino y de la alegría, y, al igual que en Egipto, éstas tenían un carácter religioso. Consistían en himnos dedicados a esa divinidad, entonados en ceremonias de vendimias y de celebraciones sagradas. Con el correr del tiempo, estos himnos sufrieron modificaciones y sus textos comenzaron a ser representados.

De esta forma, las representaciones se extendieron por toda Grecia y hubo artistas que se especializaron en desarrollar situaciones para ser representadas. Entre los dramaturgos griegos más importantes están Sófocles, Eurípides y Esquilo. Posteriormente, este género fue adoptado por otras culturas, teniendo en Roma sus mayores exponentes en Terencio, Séneca y Plauto.

En el comienzo de la Edad Media, las representaciones fueron adquiriendo diversas connotaciones, entre ellas, un carácter más pagano. Aparecieron obras escritas en latín que fueron representadas en monasterios, cortes europeas y en distintas universidades, con lo cual se universalizaron. En los siglos XI y XII, aproximadamente, en Europa se reinventa el teatro. Hubo representaciones de escenas de las Sagradas Escrituras, las que estaban escritas en lengua vulgar, es decir, en idiomas propios de cada país, y que podían ser apreciadas y entendidas por un público más amplio. Estas representaciones tenían lugar durante las tres fiestas más importantes de las liturgias: la Navidad, la Epifanía y la Resurrección.

Según dataciones, la primera obra teatral escrita completamente en castellano fue el Auto de los Reyes Magos. De ella se conservan sólo 142 versos, y se encuentra extraviada la parte final, consistente en la adoración de Jesús recién nacido. Se calcula que fue escrita en las postrimerías del siglo XII o a comienzos del XIII, y, como todas las de esta época, es anónima.


Elementos del género dramático

Las obras dramáticas tienen elementos constitutivos fundamentales, a saber: protagonista, antagonista y conflicto. Los dos primeros son quienes desarrollan verbalmente la acción, ya que no hay un narrador o un hablante que entregue, mediante marcadores discursivos o indicadores, alguna noción de los acontecimientos que suceden.

 Protagonista: es el personaje principal de una obra dramática. En torno a él se desarrollan los acontecimientos. Presenta un conflicto, de carácter universal la mayoría de las veces, que será desarrollado en la obra. Sufre una transformación por su relación de tensión con el antagonista.

 Antagonista: es el personaje que se opone al protagonista en el desarrollo del conflicto en una obra dramática.

 Conflicto: es el motivo principal que se desarrolla en una obra dramática. Pone en tensión, en oposición, al protagonista y al antagonista. Es la parte fundamental de la trama, que permitirá que se presenten y desarrollen otros acontecimientos de menor importancia. Su solución, superación o término corresponde al fin último de la obra. Es decir, su presentación frente al público requiere de una acción que lo enfrente. Tiene un valor universal, por lo que afecta a todos los personajes de una u otra forma; por ejemplo: la guerra, el amor, el papel de la mujer en la sociedad, la injusticia, etc. En gran cantidad de obras dramáticas está representado por dos fuerzas -protagonista y antagonista- que luchan entre sí; sin embargo, en otras obras no existen dos polos opuestos tan claramente definidos.

Conflicto


Estructura de la obra dramática

La obra dramática presenta una estructura particular, la que incluye determinados elementos: presentación, desarrollo, desenlace, acto, escena, cuadro. Cada uno de ellos corresponde a determinados momentos dentro de la obra.

 Presentación: introducción del conflicto principal y de los personajes que participarán en la obra.

 Desarrollo: evolución del conflicto dentro de la obra. Implica la interacción de personajes y cómo éstos se predisponen a abordar el conflicto.

 Desenlace: es la resolución de la trama en la obra dramática, en la cual el conflicto presentado se ha solucionado.

 Acto: corresponde a cada una de las partes principales en las cuales se puede dividir una obra dramática.

 Escena: corresponde a cada una de las partes en que se divide el acto de la obra dramática, y en que están presentes unos mismos personajes. Si trazamos un paralelo con el cine, es aquella parte de la película en la que un personaje puede trasladarse de un lugar u otro sin que se pierda la continuidad de los acontecimientos.

 Cuadro: corresponde a cada una de las partes breves en las cuales se dividen los actos de algunas obras dramáticas modernas. Si recurrimos a la comparación con el cine nuevamente, se pueden considerar como las partes mínimas de una escena, que implican un mismo lugar, un mismo personaje y/o un mismo acontecimiento.

Recursos paraverbales

Las obras dramáticas no presentan una narración que exponga los acontecimientos, ya que son los personajes quienes explicitan las acciones o, en el caso de las representaciones teatrales, las llevan a cabo. Los hechos y acciones de los personajes reemplazan cualquier información que se quiera entregar. Además, ciertos elementos llamados recursos paraverbales, como gestos, entonación de la voz, disposición de los elementos en la puesta en escena y movimientos físicos, no hacen necesaria narración alguna.

En los textos dramáticos, los recursos paraverbales corresponden a indicaciones del autor, las que van entre paréntesis e indican alguna actitud o algún movimiento realizado por determinado personaje. Los dos puntos manifiestan, al igual que en el género narrativo, la introducción de un parlamento. Antes de ellos va el nombre del personaje y después lo dicho por éste. La seguidilla de nombres y dos puntos estructuran un diálogo. También el guión de parlamento o raya se utiliza para tal efecto, ante lo cual se omite, en la mayoría de los casos, el nombre de un personaje.

Subgéneros mayores

• Tragedia: Obra dramática cuya acción presenta conflictos de apariencia fatal que mueven a compasión y espanto, con el fin de purificar estas pasiones en el espectador y llevarle a considerar el enigma del destino humano, y en la cual la pugna entre libertad y necesidad termina generalmente en un desenlace funesto.
• Comedia: Obra dramática, teatral o cinematográfica, en cuya acción predominan los aspectos placenteros, festivos o humorísticos y cuyo desenlace suele ser feliz.
• Drama: Obra perteneciente a la poesía dramática. // Obra de teatro o cine en que prevalecen acciones y situaciones tensas y pasiones conflictivas.

La tragedia

Si trasladamos la versión académica a términos más simples, diremos que la tragedia se refiere a un episodio fatal de la vida, que termina en forma triste o con la muerte del protagonista.

Aristóteles decía en su Poética que la tragedia era la “imitación de una acción seria, completa, en lenguaje que deleita, en forma dramática, que, mediante una serie de casos provocan compasión y terror, permite levantar el ánimo y purificarlo de tales pasiones”. Esa purificación era llamada “catarsis”.

Entre los grandes autores de tragedias de la antigua Grecia destacan Esquilo (Prometeo encadenado, Los siete contra Tebas), Sófocles (Edipo rey, Antígona, Electra) y Eurípides (Medea, Las Bacantes). En época más reciente destacaron Hamlet y Otelo de William Shakespeare.

La comedia

Es una composición jocosa y su argumento se extrae con frecuencia de la cotidianidad. Presenta casos de la vida mediante personajes tipos o arquetipos y caricaturas imaginarias. Sus personajes son grotescos, es decir, sus defectos son llevados al extremo con el fin de entretener. En Grecia, su mayor exponente fue Aristófanes (Las ranas). En época más reciente tenemos a Lope de Vega en España y a Molière en Francia. Shakespeare, quien se “paseó” con comodidad por los tres subgéneros dramáticos enunciados, también escribió comedias, entre ellas, Las alegres casadas de Windsor.

El drama

Es una composición que no dista mucho del comportamiento humano cotidiano, por lo que puede tener un final feliz o infeliz. Es una búsqueda por retratar de la forma más cercana posible la naturaleza humana. Entre las obras que componen este subgénero encontramos a Calderón de la Barca e Ibsen, en la actualidad.

Subgéneros menores

El género dramático contiene además de los subgéneros ya mencionados, otros subgéneros menores, considerados así tanto por su extensión como por la escasa profundización y desarrollo de lo tratado. Éstos son:

 Entremés: Obra corta que se representaba en los descansos de una obra larga. Al final del entremés ocasionalmente se explicaba algo de la obra principal que empezaba a continuación. Ejemplo: El retablo de las maravillas, de Miguel de Cervantes.
 Sainete: Obra sencilla y graciosa que presenta costumbres de personajes populares. Ejemplo: La venganza de la Petra, de Carlos Arniche.

Subgéneros que combinan música y teatro

 Ópera: Obra de larga duración y totalmente cantada. Puede ser trágica, cómica o dramática. Ejemplo: La Traviata, de Giuseppe Verdi.
 Zarzuela: Obra musical típicamente española. Tiene escenas cantadas y escenas dialogadas. Los ambientes y los personajes suelen ser populares. Ejemplo: La rosa del azafrán, de Jacinto Guerrero.


El teatro en distintas fases 

El teatro en el siglo XX

La búsqueda de una relación directa entre realidad y representación parece haber sido una preocupación que nació en el Renacimiento. Esto buscaba poner en escena obras realistas, es decir, que se correspondieran directamente con su entorno social. Luego de que eso se estableció como constante, a finales del siglo XIX una reacción antirrealista ocurrida en distintos niveles provocó un vuelco tanto de la dramaturgia como en la concepción del género dramático.

Características del teatro contemporáneo

Aun cuando el realismo como tal dejó de dominar la escena una vez finalizada la Primera Guerra Mundial, el teatro realista continuó vigente en el ámbito comercial, en especial en Estados Unidos. No obstante, el realismo varió de lo físico a lo sicológico, creando obras más particulares e íntimas. Para esto se utilizaron recursos dramáticos y escénicos no realistas. Algunos dramaturgos destacados de este período son Arthur Miller, Bertold Brecht y Samuel Beckett.

El teatro en Latinoamérica

Existen pocas nociones de cómo pudieron haber sido las manifestaciones escénicas de los pueblos precolombinos, pues la mayor parte se relacionaba con ceremonias sagradas. Más tarde, con la conquista española, los esfuerzos por borrar la antigua identidad para la implantación eficaz de la nueva religión, o bien destruyeron los vestigios culturales primigenios o hicieron que éstos se fundieran con los europeos, con lo cual muestran hoy aspectos singulares que no se corresponden ni con las culturas indígenas ni con la hispánica. Tal es el caso de las celebraciones religiosas populares mexicanas de Semana Santa en Iztapalapa y en Taxco, o en la celebración del Día de los Muertos.No obstante, se tiene noticia de un único texto dramático maya descubierto en 1850, el Rabinal Achí, el cual narra el combate entre dos guerreros legendarios que se enfrentan a muerte en una batalla ceremonial. Su representación depende de distintos elementos espectaculares, como el vestuario, la música, la danza y la expresión corporal.

A partir de la época colonial, el teatro tiene referencia directa con España. En México destacó Sor Juana Inés de la Cruz, autora de Los empeños de una casa, comedia de enredos que recoge la influencia de Calderón de la Barca; Amor es más laberinto, en la cual se acogen los rasgos de los autos sacramentales; El cetro de José y El divino Narciso, autos sacramentales en los que aparecen personajes mexicanos, pues la acción del resto de las obras transcurre en Madrid y la protagonizan personajes típicos de las comedias españolas de la época.

Por otra parte, el advenimiento de las teorías brechtianas ha tenido bastante aceptación en Latinoamérica, por los problemas políticos y sociales que aquí se han suscitado. De ahí han surgido teóricos y dramaturgos como el colombiano Enrique Buenaventura y el trabajo del Teatro Experimental de Cali (TEC); Augusto Boal, en Brasil, quien ha desarrollado técnicas de teatro callejero y para obreros en su texto Teatro del oprimido. Grupos como Rajatabla y La Candelaria se han preocupado por realizar un teatro que sirva como medio de discusión social, sin dejar al margen el aspecto espectacular y estético del drama.

Chile

Dentro del panorama teatral chileno se destaca Egon Wolf con su obra Los invasores (1963) que, escrita bajo la concepción del teatro del absurdo, resulta ser una violenta farsa en la cual enfrenta a representantes de la clase burguesa con la 'turba de desarrapados', carente incluso de los recursos más elementales, que invaden sus casas.
Otro de los autores consagrados es Jorge Díaz, inscrito también a la corriente del absurdo muy en la línea de Eugène Ionesco. El cepillo de dientes (1961) y Réquiem por un girasol (1961) son sus dos obras más conocidas e importantes.
A principios de la década de 1970 la creciente actividad de creación colectiva minó la creación dramática hasta que el golpe de Estado censuró toda referencia a la realidad socio-política chilena. Surgieron entonces varios grupos que se encargaron de la renovación teatral. Entre los más destacados se cuentan el Teatro Imagen , el Taller de Investigación Teatral, Gran Circo Teatro, además de los dramaturgos Luis Rivano, Jaime Miranda y Marco Antonio Miranda.